05.01.2016... Reflexiones Personales I.

Iniciamos la noche de la fantasía, la noche mágica para todos esos niños que esperan con ansiedad y nerviosismo que los Reyes Magos les dejen algún que otro regalo, de esos muchos que pidieron en sus cartas. 

Habrá hogares que se llenarán de ellos, tantos que muchos quedarán en el olvido rápidamente o completamente nuevos en el trastero. 

Habrá hogares en los que no llegará más que un obsequio por niño y de seguro generará la mayor de las alegrías y felicidad para el que lo reciba. 

Pero también habrá otros muchos hogares, o miles de niños en el mundo, que no recibirán regalo alguno o que, ni siquiera, saben ni conocen de esta tradición y festividad.

¿Cómo ha cambiado todo? Y no quiero hacer ningún tipo de demagogia oportunista, simplemente una reflexión más. Tan culpable soy como el resto de haber provocado en estas generaciones que nos vienen, el poco valor a las cosas, el deseo de tener, el apego y el exceso de ego.

No hace mucho, antes de ayer, nuestros padres, no sabían de Reyes Magos o Papás Noel. Su mayor recompensa en estas fechas era comerse una de esas frutas que, normalmente, no comían porque no estaba dentro de las posibilidades de la familia. Pero es que los padres de nuestros padres, nuestros abuelos, ni siquiera celebraban tales festividades. Muchos de ellos trabajaban todo el día, incluso en estas fechas, para poder mantener a toda la familia.




Hemos progresado, y mucho. El beneficio del progreso, para los privilegiados como nosotros, es inmenso, pero creo que no estamos haciendo el uso adecuado de él.

Nos falta Paz, nos falta Paz interior. Estamos más preocupados de poseer, de tener éxito, de ser los más guapos, de tener no sé cuantos seguidores en el facebook o en twitter, que de 'Ser'.

Hoy he dedicado algún tiempo a reflexionar y meditar sobre esta enfermedad que nos acompaña y que hace que, sin ser conscientes de ello, se la estemos contagiando a nuestros hijos de una manera acrecentada. 

No nos damos cuenta de la cantidad de ataduras que nos estamos provocando. Anhelamos la libertad pero cada vez somos menos libres. Si no dejamos de tener ese ansia por poseer y acumular, por apegarnos a las cosas y a las personas, nunca seremos verdaderamente libres.

La belleza no está en una cara bonita con una sonrisa perfecta, la belleza se encuentra en el interior de cada una de las personas. 

El éxito no está en un coche más o menos grande; el éxito está en el instante, en este momento, en un poema o una mirada.

"La diferencia entre los maestros espirituales y los demás es que los primeros solo tienen amor incondicional en su interior; y el resto, todo."Ramana Maharshi
Deben de ser los años que llevo a la espalda, las experiencias, los resbalones, los pequeños triunfos, las batallas perdidas y las ganadas, las heridas y cicatrices, pero cada vez busco y deseo más estar en Paz conmigo, parar, respirar, sentir la vida. Sé que conseguir ese objetivo provocará que el resto, los que me rodean, también lo estén.

Hasta aquí hemos llegado, pues disfrutemos un poco de lo que tenemos y dejemos de perseguir, de correr tras no se qué éxitos. El mayor éxito en la vida es Ser...

Aprendamos a valorar lo que tenemos y aprenderemos a vivir en Paz con nosotros. 

Comentarios

  1. totalmente de acuerdo, lo intento.. pero, que difícil es... pero hay que seguir intentándolo...

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 25

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 26

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 27