13.12.2015... Huele Navidad.

Sin darnos cuenta nos vamos metiendo en la navidad, otra vez. Fechas en las que tratamos de superar el tiempo que queda para finalizar el año. Es curioso pero, estos días en los que Madrid lleva oliendo ya a navidad desde hace semanas, con todas las personas que hablo me dicen lo mismo: "no me gustan nada estas fechas". Yo mismo hago ese comentario sin darme cuenta que, normalmente, soy uno de los que disfruta de muchos de esos momentos que provocan estos días.




Ayer mismo salimos a tomar unos vinos los amigos y disfrutar de ese ambiente que se vive en el centro de Madrid, nuestra Plaza Mayor. Color y alegría en cada rincón. Andar era realmente imposible. Miles de personas abarrotaban la zona que abarca Sol y el Mercado de San Miguel. Momentos así, más allá de las fechas, justifican la Navidad y la gratitud por poder terminar otro año y estar.

Por primera vez en la historia de la democracia, además, este mes de diciembre coinciden unas elecciones para elegir Presidente al Gobierno de España. Esta semana que entra trataré de escribir alguna opinión personal y tan respetable como las del resto, hoy sólo voy a dejar por aquí el artículo del candidato del Partido Popular y actual Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que ayer publicaba El País: 'Veinte Millones de Razones'. Me ha parecido más que interesante.

Mientras C y yo corríamos, esta mañana,  nuestros 15.5 kms, comentábamos la situación general de nuestro país en el ámbito político; lo que hay, los nuevos partidos 'emergentes', sus candidatos, etc. En general hacíamos un repaso, o resumíamos, entre zancada y zancada, lo que cada uno pensamos al respecto. Coincidimos en lo general aunque matizamos lo particular. Quedan cinco días de intensa campaña electoral, un debate entre los candidatos de los grandes partidos mañana, y mucha emoción. Creo que en estas elecciones puede ocurrir de todo y el todo puede ser positivo o negativo para unos u otros pero, sinceramente, lo importante es que sea positivo para España.

Me doy cuenta que, a veces, vengo a este cuaderno digital, porque me llama el silencio pero sin muchas ganas de escribir. Llevo todo el día, tras el momento deportivo y el repaso de la prensa, envuelto en esos trabajos y escritos míos que ni siquiera me permiten aprovechar momentos en la lectura. Entre organizar tareas de la semana y terminar un artículo sobre la Autoestima, que publicaré proximamente, mi mente se queda algo colapsada.

Me escondo, a ratos, en los magníficos diarios de Pániker pero miro de reojo la estantería donde amontono los libros que he ido adquiriendo en las últimas semanas y que esperan mis caricias y lectura. Pero no me da tiempo ni a tocarlos. No tengo tiempo de aquello que más me gusta y que, sin duda, tiene que ver mucho con el escribir. Pero las horas son las que son. Si haces una cosa no puedes hacer otra. Si tienes la mente en el trabajo, en el coaching y en alguna que otra estupidez, no puedes estar en ese mundo poético y de letras que tanto comienzo a echar de menos.

Me pregunto muchas veces cómo sería mi vida única y exclusivamente dedicada a los libros. Posiblemente hasta viviría más. No tendría tantos sobresaltos ni me buscaría tanto problema. 

Dice Pániker que "el diario me permite envejecer sin angustia. El diario es ese interlocutor permanente que todos deseamos tener. Un buen antídoto contra la soledad."

Estoy de acuerdo pero habría que explicar también qué entiende cada uno por soledad. La soledad a veces se desea. Sin soledad es imposible pensar, meditar, leer, estudiar o escribir. No es lo mismo la soledad obligada por las circunstancias personales que la deseada, buscada y encontrada. No es lo mismo estar solo siempre, día y noche, que en determinados momentos.

Creo profundamente que los momentos de soledad, ese espacio personal, son importantes. Así que, si podemos, seguiremos disfrutando de alguno de ellos y, también, escribiendo y  desahogando nuestras alegrías y miserias, nuestros versos y aforismos, por estos cuadernos públicos...

Feliz noche y semana amigos.....

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