Pensando...

Pensando 
en el escaparate de tu piel,
por un instante he olvidado 
que la belleza
de esos surcos invisibles
guardan también
el resto de las miradas.
He sentido
impaciente
cómo poder sumergirme
en el vapor de tu aliento
y raptar de tu boca
todos tus besos.
He querido
morir ahogado
en un suspiro tuyo
para acabar varado
en la orilla de tu cuerpo.
Y así
detenido
ajeno
frente a este escaparate
me despierto desesperado
por volver
a tu sueño.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 29