Es muy peligroso que, normal y repetidamente, el grado de culpabilidad o responsabilidad de unos y otros no está en lo positivo o negativo, ni en la virtud o el defecto, ni en lo bueno o malo de una gestión. El grado de culpabilidad es el que dictan, de manera arbitraria, los que siempre se mantienen en el mismo lugar ya sea por consanguinidad o amistad familiar con el que manda o dirige que, casualmente, jamás es responsable de nada.

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