06.08.2015... Noches insomnes!

De vez en cuando te encuentras con una de esas noches insomnes que te hacen recordar la vulnerabilidad de la vida. 

Vas mirando el reloj cada media hora, preguntando por qué no eres capaz de sucumbir a Morfeo y buscas entre las ranuras de la persiana esos primeros rayos de luz que te den el aviso para levantar.

Entonces, cuando no quedan más que un par de horas para que llegue el día, parece te rindas en esos brazos antes esquivos y cierras los ojos con tanta fuerza que hasta te duelen los párpados.




Pero es esa hora en la que parece que el cuerpo siente la enorme necesidad de estar en vertical y tu estado no es mucho mejor del que tendrías si hubieses pasado una noche de juerga.

Cuando te encuentra el insomnio te buscan tus miedos, los pensamientos fúnebres, las distorsiones de tu mente y todas tus incapacidades juntas.

Piensas en lo bueno y placentero para intentar escapar, pero parece que todos esos pensamientos negativos, que con la luz del día vences, se agarran a ti de tal forma que ni escupiendo puedes escapar.

Son esas noches insomnes que se presentan con el calor del verano, pellizcando tus pensamientos y torturándote en esos momentos en los que la vida, sedienta, busca las horas de pausada existencia.

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