Querido hijo...

En estos momentos de tu vida puedes pensar que todo es fácil: de tener, de ser, de estar. Realmente para ti lo es porque no sientes, todavía, los problemas de la vida; porque tus padres tratamos de envolverte, posiblemente de forma equivocada, para que tardes en recibir los impactos del exterior.
Llegará el momento en el que camines solo y entonces sabrás por ti que ningún camino es recto y ninguno está libre de de obstáculos que ir superando.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 29