09.06.2015... Entre vida, poesía y... Pedro Zerolo.
Descubrir poesía hecha música o música en versos. Así he iniciado la mañana, el día. Escuchando a ese cantautor, Andrés Suárez, y su disco 'Mi pequeña historia'. Genial.
Ajeno a todas esas noticias que se nos agolpan como intentando frenar nuestras vidas.
Porque es así como quiero comenzar todos los días que queden. Huyendo de todo aquello que no produce más que el ansia de parar.
Comenzar el día persiguiendo mariposas, escuchando la luz y mirando esos sonidos que la vida va esculpiendo a cada paso.
Así. Así quiero ir descubriendo en cada día que sólo la vida es lo que no sobra, que lo único que sobran son los tiempos insulsos y sin sentido que tantas veces nos devoran.
Porque nos devora sin darnos cuenta.
Y por todo ello, así, con esos pensamientos y sensaciones, recibía la noticia del fallecimiento de uno de esos personajes que, por lo político, es público.
El concejal Pedro Zerolo, militante socialista, fallecía en plena juventud tras pelear contra una de esas enfermedades que nos acechan.
Ser público por lo político, en estos momentos, podría ser algo negativo. Pero no lo es. En la gran mayoría de los casos, ser político, es un honor, un privilegio y una demostración de ejemplaridad y servicio para el resto.
Es el caso de Pedro Zerolo.
Sin compartir ideología pero, en lo esencial, compartiendo mucho: la defensa de los derechos, de los más desfavorecidos, la ejemplaridad pública. Habiéndole conocido en el debate y discusión sobre cuestiones sociales y, sinceramente, asumiendo que la elegancia y educación une a la mayoría, y no está reñida nunca con lo esencial de las personas, por mucho que algunos traten de separar.
Compartiendo aquella cafetería de Puente de Vallecas, cercana a la Junta Municipal, que de seguro se lleva para siempre.
Madrid pierde un gran político, un luchador, una de esas personas que, independientemente de las ideas políticas, sumó y enriqueció el humanismo y la sensibilidad en la política y en la defensa del interés general de los ciudadanos.
Ojalá y en todos los partidos, incluido el mío, primasen más los Zerolo.
Descanse en Paz.
Y por todo ello, así, con esos pensamientos y sensaciones, recibía la noticia del fallecimiento de uno de esos personajes que, por lo político, es público.
El concejal Pedro Zerolo, militante socialista, fallecía en plena juventud tras pelear contra una de esas enfermedades que nos acechan.
Ser público por lo político, en estos momentos, podría ser algo negativo. Pero no lo es. En la gran mayoría de los casos, ser político, es un honor, un privilegio y una demostración de ejemplaridad y servicio para el resto.
Es el caso de Pedro Zerolo.
Sin compartir ideología pero, en lo esencial, compartiendo mucho: la defensa de los derechos, de los más desfavorecidos, la ejemplaridad pública. Habiéndole conocido en el debate y discusión sobre cuestiones sociales y, sinceramente, asumiendo que la elegancia y educación une a la mayoría, y no está reñida nunca con lo esencial de las personas, por mucho que algunos traten de separar.
Compartiendo aquella cafetería de Puente de Vallecas, cercana a la Junta Municipal, que de seguro se lleva para siempre.
Madrid pierde un gran político, un luchador, una de esas personas que, independientemente de las ideas políticas, sumó y enriqueció el humanismo y la sensibilidad en la política y en la defensa del interés general de los ciudadanos.
Ojalá y en todos los partidos, incluido el mío, primasen más los Zerolo.
Descanse en Paz.
Algunos dicen que ha predominado la porquería. Pero basta echar un vistazo y ver justamente lo contrario. Gentes que han dejado lo mejor de sus días en favor del interés general. Otra magnífica reflexión del autor de este cuaderno.
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