01.06.2015...

Comentábamos un amigo y yo, esta mañana, la gran necesidad que tienen las personas de ser escuchadas. Con mostrar atención, con que alguien perciba que está siendo escuchado, nos daremos cuenta cómo nos abre su puerta, su corazón, y comienza a contarnos sus alegrías y penas, sus miedos, su vida.

Reconozco que tengo una gran capacidad para escuchar. Lo sé. Se me da mejor escuchar que hablar. Por eso hay días que, cuando llego a casa, siento que he estado toda la jornada escuchando hablar a personas. Cada uno cuenta lo suyo, cada uno sus problemas, lo que verdaderamente le importa, simplemente tienen necesidad de contarlo.

Por eso el coaching se ha puesto tan de moda, aunque en occidente en general y España en particular, todavía le quede recorrido. El coaching consiste en eso: escuchar y provocar por medio de preguntas que la otra persona, el coachee, hable.

Hoy me siento escuchador. Reconozco que saber escuchar es una virtud.

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