Qué irónico...

Qué irónico
puede convertirse el día
como la vida;
de esos que amaneces
en el mismo lado y posición
para anochecer
en la misma posición y lado.
No cambias
ni los pasos ni el camino
ni el tiempo que tardas
en encontrar destino;
ese destino del día
que como cada uno
lo convierte en monotonía.
Acudes y vuelves
despiertas y duermes;
así cada día.

Comentarios

Publicar un comentario

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 25

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 26

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 27