02.08.2014... de chancleta!


Comenzar las vacaciones siempre supone adaptarte a ese momento en el que tras un año intenso, privilegiadamente intenso, desenchufas, paras, te levantas y te das cuenta que no tienes que ponerte esos calcetines que aprietan la pantorrilla durante todo el día y esa chaqueta que, haga el calor que haga,  se te despega del cuerpo. Comenzar las vacaciones siempre me ha supuesto un shok al romper la rutina.

Y aquí estamos, en Guardamar del Segura, alejados de Getafe, algo alejados de Minaya, entre sol y arena pero en familia y entre libros. Cómo suelo decir y hacer, en chancleta hasta que me marche. 

Sigo con alguno de mis vicios, buenos vicios, como es madrugar, repasar toda la prensa, como es salir a hacer unos kms, los justos, y como es buscar algún momento de soledad y meditación donde encontrarme conmigo. Sigo con esas manías mías pero, eso sí, rodeado de los míos.

Me he dado mi primer baño en el mar con mi hijo y luego me he hecho unos kms bajo un sol que engañaba. Me gustaría soltar toxinas en estos días estivales.

Han cerrado varios  de mis bares favoritos. Es como si hubiera quedado huérfano de esos lugares donde algún botellín, algún que otro gintonic me acompañaban en días de paz. No hay mal que por bien no venga, me vendrá bien en estos días de orden.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 25

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 26

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 27