10.06.2014... Ordenar y priorizar...
A veces uno termina los días con esa sensación de que querer abarcar todo le hace disfrutar menos de los momentos. Deseo hacer mucho y me quedo corto, tal vez, en lo importante.
Creo estoy envuelto en demasiado y también, además, en esa exigencia personal que siempre me acompaña y que termina por incomodarme en días, por ejemplo, como el de hoy.
Las prisas me llevan de un lado a otro. Quiero trabajar, quiero tener momentos de tranquilidad, quiero que mis proyectos personales vayan a toda velocidad, estar con mi familia, estar con los amigos, salir a hacer deporte para encontrar ese equilibrio físico y mental que me permita seguir... quiero... quiero... y termino maldiciendome y pensando que es imposible todo a la vez.
Debemos priorizar y ordenar. Debemos también priorizarnos y así ordenarnos. Nuestro orden supondrá, cómo no, orden para los que nos rodean. Y no es que me lo diga, es que me lo siento.
La felicidad casi siempre depende de nosotros. A veces renunciamos a ella con nuestro comportamiento, como tantas veces no nos llega cuando la deseamos.
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