Cómo escribir una Novela...

Acabo de encontrar este interesante post navegando por ahí. Me parece una guía excelente para aquellos que quieran embarcarse en un proyecto como el de escribir una novela. Está publicado en Escrilia.



Escribir una novela es bastante sencillo, hay que saber cómo empezar luego ir paso a paso escribiendo los capítulos hasta el final.


Bromas aparte, escribir una novela no es una acción (escribir) es más bien un proceso que para algunos puede ser bastante confuso por la cantidad de pasos a seguir, que resumo en:

1) Crear todos los personajes de ficción e idear un argumento redondo.

2) Escribir argumentos secundarios para integrarlos a la perfección en la trama principal.

3) Construir una atmosfera creíble y decidir hablar sobre un tema interesante.

… y eso es todo antes de que pueda sentarse a escribir la novela.
No es de extrañar que la pregunta que se hace todo nuevo escritor sea…

¿Por dónde empiezo?
Como la construcción de un edificio, para escribir una novela hay que tener una buena idea del conjunto, entonces trazar un plano detallado y definir un plan de avance.

El plano le da una visión general del conjunto y de cada componente, de cada pieza y material que necesita para construir el relato que al final pueda salir publicado con su nombre.

El plan de avance es una guía que le ayuda a escribir en el día a día, le dice dónde se encuentra hoy y a dónde debe llegar. Nos mostrará nuestros logros y el camino que resta.

Hay que tomarse el tiempo necesario para estudiar el plano antes de empezar a construir nuestra novela, para tener presente el todo; pero no debemos olvidar volver a consultarlodurante la ejecución de las obras, cuando estemos atascados en un detalle o perdidos sobre qué componente debe ir a continuación

En el nivel más básico, escribir una novela consiste en sólo tres pasos…

Planificación. Aquí es donde usted resuelve lo que quiere decir (en forma de síntesis).

Escritura. Es donde se transforma el plano en prosa y en diálogo.

Revisión. Por último, se pulen las ideas y las palabras hasta que brillen.

Fácil, ¿no? Bueno, sí… excepto que realmente no nos dice nada acerca de cómo escribir novelas. Entonces dividimos estos tres pasos en instrucciones concretas sobre qué hacer primero, en el medio y al final. Así llegamos a estos 15 pasos:

Planificación:
1. Preparación.
2. Decidir el objetivo: Tipos de Novelas.
3. Brainstorming: La idea original.
4. Decidir el tema.
5. La premisa principal.
6. Creación de personajes.
7. Punto de vista.
8. Sitio y situación.
9. Matemáticas.
10. El plano general: Síntesis del argumento.

Escritura:
11. Escenas clave.
12. Primer borrador.

Revisión:
13. Revisión de Tema.
14. Cohesión, consistencia y verosimilitud.
15. Corrección de estilo, gramática y ortografía.

Y ahora, la explicación de lo que conlleva cada punto de la lista. Ésta es una explicación resumida para no extenderme demasiado y al final lograr que se aburran, pero nos dará una idea clara de lo que hace falta tener cubierto para pasar al siguiente punto.
Les aseguro que si cumplen cada paso a conciencia el resultado será una novela con una calidad aceptable para la publicación.

1. Preparación
Hay algo necesario antes de iniciar un proyecto de éstas características y es tomarse un tiempo para decidir y comprometerse con un trabajo largo y pesado, sin reconocimiento inmediato.

Si usted busca la receta para escribir una novela completa para llevarle a una editorial en tan sólo unos pocos meses, buena suerte, pero me temo que no puedo ayudarle. No hay atajos en la escritura de novelas. Pero si está dispuesto a trabajar tan duro como sea necesario durante el tiempo que sea necesario (sin olvidarse de disfrutar a lo largo del camino, por supuesto) entonces si se puede llegar muy lejos.

En primer lugar, hay que decidirse a ser escritor de verdad, no de hobby. Encontrar el motor que lo impulse en este emprendimiento es algo personal. Hacer dinero de la escritura no es una mala motivación pero quizás resulte insuficiente, hay maneras mucho mejores de asegurarse que le dan ganas de trabajar en su novela todos los días.

Si decidimos que nos embarcamos en esto seriamente hay una serie de ajustes prácticos que deberemos hacer a nuestro ritmo de vida. Deberemos separar tiempo para la escritura, preparar un lugar específico, conseguirnos un ordenador (hoy en día es imprescindible, porque aunque parezca romántico darle a las teclas de la Remington de la familia, las correcciones y las entregas nos obligarán a tener una copia en digital); en fin preparar el entorno de un escritor, para que cuando llegue el momento sólo debamos sentarnos y escribir.

2. Decidir el objetivo: Tipos de Novelas.
Como ya lo habíamos comentado, hay que adoptar una actitud profesional. Olvídese de los ideales románticos y la imagen del escritor bohemio. Ser un escritor es una actividad creativa, pero también es un trabajo y la venta de una novela a un editor es una propuesta de negocio.

¿Qué significa eso para usted? Esto significa que puede aumentar su posibilidad de éxito si conoce desde el principio qué necesita su libro para integrarse mercado editorial.
No le estoy pidiendo que venda su integridad artística aquí, yo simplemente le aconsejo ponerse el sombrero de los negocios por un momento. Hay que investigar un poco el mercado e identificar un nicho al que apuntar porque es riesgoso escribir una novela sin tener una idea clara de la posición que va a ocupar en el mercado literario. Usted puede salirse con la suya si su novela entra perfectamente en una categoría, más por suerte que por juicio, pero si llega a deslizarse entre las zonas grises intermedias de los géneros, entonces los editores estarán poco inclinados a aceptarla, no importa lo bueno que la escritura. Editar novelas es un negocio, no una obra de caridad para gente creativa. Si sus libros no van a hacer ganar dinero a los editores (si no de inmediato, por lo menos en los dos o tres años siguientes) entonces no van a querer saber nada con ellos.
En la práctica esto se puede prever explorando los distintos tipos de novelas, decidiendo por el tipo que (desde nuestro punto de vista creativo) sea el que permitirá expresarnos de forma fluida y crear una historia a la vez interesante y original.

Si bien pueden existir innumerables tipos de ficción, a grandes rasgos se puede dividir en tres grupos:

Las novelas de género
Es la variedad más popular de la ficción. Se puede dividir en categorías como de misterio, policiales, ciencia ficción, fantasía, negras, de espías, etc. Si usted decide escribir ficción de género, es necesario tener en cuenta que cada categoría tiene un conjunto particular de reglas (o convencionalismos) que usted, el escritor, tendrá que seguir más o menos.

Literatura mayor o ficción literaria seria
Son generalmente novelas profundas de contenido y cargadas de simbolismos e ideología, con densas subtramas y alegorías. Por lo general mucho menos comerciales que los libros de género, con honrosas excepciones. Si su novela literaria seria pasa a ganar un importante premio o recibe crítica positiva del boca a boca, podría hacerle muy rico.

Ficción general o de gran público
Como habrá adivinado, se encuentra a medio camino entre los otros dos tipos. No son novelas de género, pero tampoco buscan la profundidad ideológica ni tienen las pretensiones artísticas de la literatura mayor. Son las novelas que se convierten en Best Sellers, y tienen un poco de otros tipos pero no siguen los convencionalismos de los géneros (algunas se sitúan en el futuro, pero no pretenden ser ciencia ficción, otras hablan de vampiros pero en realidad son de amor y no de terror, etc). Usualmente relatan historias más íntimas y cercanas.

3. Brainstorming: Todas las ideas, una idea.
Bueno, estamos acercándonos al punto donde empieza el verdadero trabajo (es decir, el punto en que comienza a planear su novela). Antes de poder planificar, sin embargo, es necesario encontrar esa idea generadora. Habrá que hacer el esfuerzo de buscar lo mejor que a uno se le pueda ocurrir. Después de todo, si le piensa dedicar una parte significativa de su vida a esta novela la última cosa que querrá hacer es empezar el pie izquierdo.

Algunas personas le dirán que las buenas ideas son difíciles de conseguir. Con todo respeto, no estoy de acuerdo. De hecho, creo que cualquier escritor tiene el problema opuesto: No tener suficientes años como para convertir cada buena idea que tiene en una novela.

Hay toda una sección dedicada a las ideas que quizás quiera explorar.

Intermedio: Planificar su novela
Las ideas de una persona sobre cómo escribir una novela serán un poco diferentes a las de otra persona. Es por eso que usted debe sentirse libre de adaptar este proceso de escritura de novelas a sus necesidades propias.

Tal vez una de las diferencias más grandes sea ésta:

A algunos les gusta planificar su ficción al detalle, antes de iniciar la etapa de la redacción y corrección. Otros escritores logran salir adelante con una planificación casi inexistente, o incluso sin planificación. Vienen de la escuela de escritura “sólo siéntate y escribe”.

¿Qué camino es el mejor? No hay una respuesta absoluta, sólo cabe decir que si una determinada manera de escribir ficción funciona para usted, ésa es la correcta.

Pero si no está seguro y quiere una recomendación, me permito sugerir que es mejor planificar su novela con tanto detalle como usted pueda, antes de escribir el primer borrador.

¿Qué implica la planificación de una novela?
Debido a que la planificación de un largo trabajo de ficción en detalle es una tarea muy grande (por no hablar de que puede ser potencialmente confuso), la mejor manera de hacerle frente es dividirlo en partes más pequeñas. En total, hay seis partes:

Tema y simbolismo.
Premisa principal.
Personajes.
Punto de vista.
Escenarios.
Argumento.

4. El tema.
Esto no es tan difícil o tan confuso como parece. El tema es la esencia del relato, el eje alrededor el cual gira la narración. El tema no es algo concreto, sino un concepto abstracto, universal, algo que todos podemos entender: el sufrimiento, el heroísmo, la violencia, la crueldad, etc. Como vemos, son todas palabras que, independientemente de si transmiten un valor positivo o negativo, no se atienen a una época o a un espacio determinado. El tema de nuestra historia es lo que queda de ella cuando la reducimos a una sola palabra.

Si queremos escribir una historia de amor, da igual si los enamorados son Romeo y Julieta, dos extraterrestres hechos de lava hirviente o una tostadora y un microondas, el tema de las tres historias será el amor. Para aclarar un poco más la cuestión veamos cuál es el tema en estas conocidas obras:
Peter Pan, de JM Barrie: la infancia.
El conde de Montecristo, de Alexandre Dumas: la venganza.
El retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde: el narcisismo.
Madame Bovary, de Gustave Flaubert: el adulterio.
Crimen y castigo, de Fiódor Dostoyevski: la culpa.

Para concluir, la definición del tema es fundamental en nuestra planificación porque al fin y al cabo es de lo que nuestra novela va a tratarse y estaremos trabajando sobre este concepto durante todo el proyecto.

5. La premisa principal.
Una vez hayamos decidido el tema que ha de tratar nuestra novela debemos definir nuestra perspectiva personal sobre ese tema, la mirada del autor. Si el tema era sólo una palabra que contenía la esencia de nuestra novela, la premisa es una frase que establece nuestra postura ante ese tema. No se trata de una frase compleja, como habíamos visto en las ideas que originaban la novela, una premisa contiene todo lo que pasa en la historia, pero sin protagonistas, ni escenario, ni fechas; solo tema, conflicto y conclusión.

Por ejemplo, si su tema es “la mentira” su premisa puede ser “las mentiras siempre acaban por descubrirse” y la historia que escriba deberá atenerse a esa premisa, será la brújula, la promesa que ha hecho al lector y que debe ser respetada.
Al ser una postura personal y subjetiva, la premisa no debe ser (necesariamente) una verdad universal. Es su opinión sobre el tema, su tesis, y en la novela la va a demostrar.

¿Por qué premisa principal? Como puede suponer, en una historia compleja como las de las novelas aparecerán tramas secundarias y con ellas los temas secundarios y las premisas de cada tema secundario. Lo importante en este punto es definir nuestra premisa principal, que aportará nuestra opinión sobre el tema principal.

6. Creación de los personajes.
Hay dos grandes tareas para completar aquí:

En primer lugar, es necesario elaborar una lista de personajes (de todos, desde el protagonista principal hasta el hombre que pasa y pregunta la hora en el capítulo 8). Es imposible durante la etapa de planificación pensar en todos los personajes que se necesitan. Ya se que muchos de ellos no existirán hasta que usted comience a escribir, pero sin duda tiene una idea de quiénes son los principales actores. Esta lista de personajes va a ir creciendo y completándose a medida que avanza la escritura del primer borrador.

En segundo lugar, es necesario conocer a los personajes, escribiendo perfiles o mini-biografías para ellos. Conocer de arriba abajo a tus personajes antes de escribir una sola palabra de la novela es muy importante. Dejar de hacer esto significa no tener el material básico para convencer a los lectores de que son seres vivos y eso no dirá mucho de su reputación como novelista.

¿Qué debe entrar en estas mini biografías que usted necesita para escribir para cada uno de los personajes principales? Iré subiendo post sobre cómo crear personajes para que lleguemos a las respuestas.

7. Decidir sobre un punto de vista
Usted ya ha elaborado una lista de personajes y conoce de forma íntima y completa a los personajes más importantes de esa lista. Ahora que todos ellos son reales para usted el siguiente paso surge de manera sencilla: ¿Quién cuenta la historia?
No debe confundir nunca al autor de la novela (usted) con el narrador de la misma (una creación suya). En un relato de ficción nunca es el autor quien narra.

Si el narrador cuenta la historia desde fuera de los personajes, estará adoptando un punto de vista externo. En este tipo de punto de vista, el narrador puede ser:

Narrador omnisciente
Es dios. Tiene acceso al mundo externo e interno de los personajes, conoce su pasado y su futuro. Es ubicuo, por lo que puede contar hechos simultáneos que suceden en lugares distantes. Tiene un conocimiento completo de la historia y puede manejar un gran número de personajes. Puede también opinar sobre los hechos que narra, aunque no siempre lo haga.

Narrador cámara
Esta técnica de narración crea la ilusión de que no existen intermediarios entre la historia que se narra y el lector. Es lo más parecido a una película donde sólo podemos ver las acciones del mundo externo de los personajes, nunca sabremos qué piensan, no conoceremos sus emociones, ni su pasado o su futuro. Es como asistir a la historia “en directo”.

Narrador cuasi omnisciente
Es un narrador omnisciente, pero limitado a uno de sus personajes. Usted utilizará la tercera persona pero contará la historia desde la perspectiva de su personaje protagonista. Sólo accede a las escenas que ve el personaje y sabe lo que piensa y siente ese personaje, no los otros.

Si el narrador cuenta la historia desde dentro de los personajes (ya sea uno o varios), estará adoptando un punto de vista interno. Aquí utilizará la primera persona, verá la historia a través de los ojos de ese personaje y podremos oír sus pensamientos.

Hay montones de combinaciones que pueden dar juego a interesantes formas de contar la misma historia.

8. Sitio y situación
Una vez haya decidido quién y cómo narrará la historia al lector, deberá saber el dónde y cuándo de la historia. La escenificación abarca mucho más que calles y edificios. Es concretamente todo el mundo que rodea a los personajes. Incluye cosas como lo que los personajes hacen, un trabajo, el clima (muy importante en una novela es crear atmosfera). La historia de la ciudad o el lugar donde los personajes están, el folclore.

Al igual que con los personajes, tiene que conocer a fondo el entorno antes de empezar a escribir sobre ello. De hecho, si usted ve la escenificación de una novela como un personaje más, no se equivocará.

Para esto debe realizar algo de investigación, recolectar fotos, tomar apuntes en forma de cortas descripciones (no sólo visuales, también de sensaciones, olores, tacto, etc.).
Actualmente el Google Maps nos lleva a casi cualquier sitio y nos permite prácticamente pasear por las calles en cualquier punto del globo. Si nuestra novela se desarrolla en la actualidad, ésta será una excelente herramienta.

9. Matemáticas
Antes de escribir nuestro argumento, deberemos conocer ciertas estadísticas que pueden ayudarnos un poco con la estructura básica que ese argumento puede tener.

En general, las novelas se componen de tres secciones (o tres actos): Inicio, que abarca un 25% del total del libro, nudo un 50% y desenlace el restante 25%. Si tenemos en cuenta que una novela tipo tiene unas 80.000 palabras, la proporción de: inicio 20.000 / nudo 40.000 / desenlace 20.000.

El inicio comprende la introducción a la historia y a los personajes, proporciona es estatus quo y va creando el marco lógico para la introducción del primer punto de giro de la trama, donde se presentará el conflicto que nuestro personaje deberá resolver. En una novela tipo se desarrollan unas 80 a 120 escenas o acontecimientos significativos. Si tomamos la primera cifra y de acuerdo con los porcentajes iniciales, unas 20 escenas conformarán nuestro inicio.

El inicio culmina cuando el protagonista toma la decisión de actuar.

El nudo, que es donde se desarrolla la historia, la acción en sí, comprenderá unas 40 escenas, unas 40.000 palabras. Aquí aparecerán las subtramas (historias que involucran personajes secundarios y que complementan o funcionan de contrapunto de la historia principal).

El desenlace es donde se define la historia y se ven las consecuencias de la acción llevada a cabo por el personaje principal. Tendrá otras 20 escenas (20.000 palabras).

Evidentemente es una estructura simplista y poco profunda, que no se ajustará a la novela que está pensando, pero es realmente útil a la hora de iniciar el planteamiento del argumento de su novela, Los números irán cambiando, pero es muy probable que se encuentren en los márgenes de los promedios dados.

10. El plano general: Síntesis del argumento
Este es un paso realmente importante, por lo menos en términos de cuánto tiempo le llevará. Primero definamos: El argumento es una serie de eventos vinculados, en relación con un personaje que quiere lograr algo importante para él y que no será fácil de conseguir. Los eventos deben ceñirse a la lógica interna del relato y llegar a una conclusión satisfactoria.

Para esto, también deberemos entender un par de conceptos más, el de historia y trama.
La historia es el desarrollo de la acción (en donde se involucran nuestros los personajes) de forma lineal y cronológica. Es todo lo que pasa en su novela, contado desde el principio hasta el final en el orden natural de los acontecimientos. La trama, sin embargo, el cómo decide usted mostrar esos acontecimientos. Es el resultado de organizar narrativamente esa historia que ha pensado. Para construir la trama deberá tomar dos decisiones fundamentales:Seleccionar qué pasajes vamos a contar de la historia, porque en una serie de hechos no todo es interesante y determinar en qué orden vamos a narrar lo seleccionado.

A esta historia es necesario vincular una o varias subtramas perfectamente integradas en la trama principal. También deberá crear intriga mediante la plantación de “señales” que servirán de referencia para que los acontecimientos futuros no parezcan caídos del cielo.

Una vez que haya completado el argumento base, usted estará listo para comenzar a escribir su novela.

11. Escenas clave
Una técnica útil para comenzar la escritura es sentarse a escribir primero las escenas clave del argumento. Si la trama está bien realizada, nos conocemos a fondo los personajes, los escenarios y el desarrollo de la historia, entonces podemos definir cuántas y cuáles son las escenas clave, esas escenas importantes, intensas o emotivas con las que seguramente ya estuvo soñando en más de una ocasión mientras se gestaba la historia en su cabeza.

Iniciar la escritura desde uno de estos puntos calientes le brindará el entusiasmo que necesita para generar páginas y páginas sin temor al bloqueo frente a la página en blanco. La escritura no consecutiva además fija estos puntos clave de la historia tal como los hemos imaginado y permite que, cuando comencemos a llenar los espacios intermedios, nuestra novela se dirija exactamente donde queríamos en un primer momento.

12. El primer borrador
Usted se habrá dado cuenta de que, en esta guía de 15 pasos sobre escribir una novela, los primeros 10 se ocupan de la preparación y planificación. Eso es bastante deliberado.
Según los agentes y los editores, la mayoría de las novelas son rechazadas a causa de una pobre elaboración. Y ¿adivinen qué? Está mucho más propenso a escribir una novela bien elaborada si se toma el tiempo y la molestia de planearlo todo con cierto detalle.

Si decide obviar la planificación y saltar directamente a la escritura, está bien. Lo más probable es, sin embargo, que el primer proyecto vaya a terminar siendo una zona de desastre estructural y, a continuación, tendrá que aplicar todas las técnicas de planificación durante las etapas de revisión.

Aunque algunas personas le dirán que la única parte verdaderamente creativa en una novela es la escritura en sí: están equivocadas. De hecho, partir de una hoja de papel en blanco y llenarla de personajes, lugares y eventos, usando nada más que su imaginación, es la definición misma de la creatividad.

Algunos autores le dirán que escribir un primer borrador de una novela es una agonía. Y hay algo de verdad en esto. De hecho, es precisamente en este momento en que el bloqueo del escritor acecha. Si ya tiene escogidas y planteadas, incluso escritas, las escenas clave de su novela como había visto en el paso anterior, esto no le sucederá

Abordada con una mentalidad positiva, no hay ninguna razón por la que llenar unos pocos cientos de hojas de papel con las palabras no deba ser una experiencia gozosa.

Los recién llegados a la escritura cometen aquí el error más grande: escribir tratando de redactar y editar al mismo tiempo (es decir, obtener volcar una frase al papel y de inmediato empezar a tratar de mejorarla). No haga esto. Los primeros proyectos son simplemente poner la trama en negro sobre blanco, no importa lo terrible de la calidad de la prosa. Ya se encargará de pulirla en el siguiente paso.

Hay dos maneras de escribir una novela, una es la redacción de una sola vez, hasta terminar el primer borrador y la segunda es hacerlo capítulo por capítulo y revisar cada uno antes de continuar. Para la segunda sólo tendrá que repetir los pasos de revisión con cada capítulo en lugar de con toda la novela. No importa cuál de las manera haya escogido, el resultado no debe variar.

13. Revisión del tema
Lo que hará en este paso es revisar lo que ha dicho. Si usted hizo un montón de planificación antes de escribir el primer borrador de la novela (como se recomienda) no tendrá demasiado que hacer aquí. En pocas palabras, deberá asegurarse que su novela habla efectivamente del tema que planteó en un principio y que al lector le queda claro que es así. También si el mensaje que deja la lectura de su historia encaja con la premisa que había escogido defender.
Esto deberá hacerlo también con cada subtrama, aislándola en lo posible de la historia principal y viendo si el tema y la premisa de esa parte de la historia son comprensibles.

14. Cohesión, consistencia y verosimilitud.
Los personajes tienen el hábito de tomar una vida propia durante la escritura, y a menudo significa que lo que usted quería que hagan los personajes (es decir, el argumento) se puede salir de pista en algunos lugares. Esto es realmente una bueno. El cambio de opinión acerca de ciertos aspectos menores de la historia, una vez la vaya conociendo detalladamente, debe dar lugar a una historia mejor. Pero también significa que ahora tiene que revisar cuidadosamente el manuscrito para encontrar los errores o inconsistencias que se podrían haber deslizado.

La cohesión es la manera de relacionar y unir las distintas palabras, oraciones y párrafos del texto, de forma que se entiendan como partes del mismo todo. Salvo que se busque una diferenciación por motivo de la trama, nuestro texto tiene que dar la clara sensación de integrar la novela de forma fluida y natural.

Como sabemos, las novelas tienen su propia lógica en donde cada hecho tiene una causa y una consecuencia. Si existen en nuestra novela escenas, actitudes o acciones de nuestros personajes que parecen inexplicables, o que no siguen la lógica interna de la novela, estas secciones atentarán contra la comprensión de la historia. Todas las acciones, actitudes y pensamientos de nuestros protagonistas tienen que ser consistentes con lo que anteriormente se ha escrito sobre ellos y así llegaremos al final que aunque pueda sorprender al lector, será una resolución creíble y lógica de los acontecimientos anteriores.

La verosimilitud está muy cerca de la coherencia. Respetando la lógica de nuestro relato, nuestros personajes deben actuar, hablar y pensar como lo que son. Cualquier elemento que contradiga su perfil restará credibilidad a ese personaje y por añadidura a toda la historia. De la misma manera, si sobreviene una resolución o una acción sin causa previa, parecerá poco creíble y contagiará la sensación de falsedad a toda la historia.

15. Corrección de estilo, gramática y ortografía.
Esto simplemente significa pulir el lenguaje hasta que fluya tan fácilmente como una buena conversación. O como Hemingway lo puso: “Conseguir las palabras correctas y colocarlas en el orden adecuado.”

El mejor consejo es simplemente confiar en su oído. Fue el amor a la lengua lo que le llevó a escribir una novela en primer lugar, por lo que este es el momento de confiar en sus instintos.

Si una frase suena demasiado elegante, demasiado exagerada, es necesario bajar el tono o directamente sacarla. Si suena floja, todavía necesita trabajo. Pero si una oración fluye sin esfuerzo y transmite la idea exacta de lo que significa para nosotros, lo que buscábamos, no la toque.

En cuanto al estilo, en mi opinión, el mejor es un estilo simple que no llame la atención sobre sí mismo (a diferencia de la prosa pomposa, que es lo que los aficionados escriben cuando tratan de sonar literarios). Y la paradoja es que, cuanto más simple y menos trabajada usted quiere que sea su prosa, más se tiene que trabajar en ella.

Esto es muy importante: No trate de vender su novela a un editor hasta que haya revisado las palabras una y otra y otra vez. (y luego, una vez más para la buena suerte.)

Conclusión
Pregunte a cien escritores sobre cómo escribir una novela y obtendrá cien respuestas diferentes. Todo el mundo es único, y todo el mundo trabaja de manera única. Le puedo decir lo que funciona para mí y para muchos otros escritores con los que he hablado, pero si usted necesita adaptar los pasos anteriores a sus propias necesidades personales, eso es lo que debe hacer. El anterior es un programa tipo, usted debe darle la forma definitiva, la suya.

Más allá del proceso de escritura de novelas, también es necesario practicar, practicar y practicar mediante la aplicación de lo aprendido a su propia novela en progreso. Y tiene que leer un montón de ficción publicada (preferiblemente del mismo género que está escribiendo) así que usted puede ver ejemplos que tienen relativo éxito. Estudiar, escribir y leer, haga estas tres cosas al mismo tiempo y se creará un verdadero círculo virtuoso.

“Tienes que estar preparado para trabajar siempre sin aplausos… nadie puede ver lo que haces hasta que lo hayas repasado una y otra vez, hasta que se haya logrado comunicar la emoción, las imágenes y los sonidos al lector, y mientras estés completando el mensaje, las palabras, a veces, no tendrán sentido para ti cuando las lees, así que muchas veces tienes que volver a leerlas y releerlas. Cuando el libro salga publicado tu habrás comenzado otra cosa, todo lo habrás dejado atrás y ya no quieres ni oír hablar de ello.” Ernest Hemingway.

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