Querido hijo...

No dejes de ser un aprendiz. Si no dejas nunca de aprender de los maestros serás siempre, también, un buen maestro.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30