No tenemos una juventud crítica, rebelde, que protesta y sale a la calle ante las injusticias como sí pasa en otros países. No les importa su futuro, ni lo que hacen con él los que tienen la responsabilidad de mejorarles las condiciones de vida. Les da igual. Revisando el informe PISA creo que esta es la juventud que algunos querían tener: cómoda, silenciosa, mimetizada con el sistema establecido, poco competitiva. Hay excepciones pero, desgraciadamente, son los menos.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 29