Dice Séneca que...

"Recuerda cuántas veces has perseverado en un propósito, cuántos días han pasado cómo te habías propuesto, cuándo has sacado provecho de ti mismo, cuántas veces tu rostro ha estado sosegado, y tu ánimo intrépido, qué obras has practicado durante tu larga vida, cuántos te la han saqueado sin que tú advirtieras lo que perdías, cuánto tiempo te han hecho perder inútiles dolores, estúpidas alegrías, ávidos deseos, agradables conversaciones; verás cuán poco te quedó de lo que era tuyo. Entonces comprenderás que es prematura tu muerte. ¿A qué culpar entonces? Vivís como si la vida tuviera que durar siempre; nunca se os ocurre pensar en vuestra caducidad; […]"

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