07.10.2015... Cuando uno piensa...

Venía de esos kilómetros running por Getafe. Aprovechar este clima otoñal, ni caliente ni frío, que parece todo más fácil a la hora de mover el cuerpo pesado y cansino del día.

Pensaba mientras corría, cuantas veces pienso, que lo que más desearía de verdad en este mundo, ahora mismo, es apartar todo lo tóxico de mi vida, que es mucho,  y dedicarme, los muchos días que el Eterno permita me queden, a vivir de la bohemia escribiendo lo que me venga en gana, lo que aparezca por mis pensamientos o lo que la mente provoque en cada instante. Mis reflexiones absurdas o mis versos sin sentido. Mis cuentos inacabados o esos ensayos motivantes que guardo en cajones.




Dedicarme a dar paseos, a mis lecturas y a esas personas que me importan de verdad. A vivir contemplando el arte, disfrutando de la belleza del campo, escuchando los versos que cantan los pájaros o tomando un vino en cualquiera de esas tabernas de esas callejuelas del viejo Madrid.

Acumular páginas y dejar al viento, para ser leídas por otro que sienta o piense como yo, por mi hijo o por mis sobrinos, por nietos o descendientes, para que sepan que de este mundo de avances lo único que merecía la pena eran los pocos momentos poéticos que nos dábamos.

Y ¿por qué no? Tener algún cliente como Coach, que precie y aprecie, que demande y sienta que le sirvo de algo. Ayudar a aquellos que lo necesitan. 

Vivir.

Cuando uno piensa estas cosas realmente es porque las siente; lo peor es que la mayoría lo sentimos porque tal vez no vivamos.

En fin, es lo que uno piensa cuando sale a correr por su ciudad, por Getafe, olvidado de todo pero de nada, dejando que la mente vuele mientras en cada zancada, en cada paso, el corazón late tan fuerte que se exprimen versos.

Feliz noche...

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