Cuando en nuestras vidas ocurre, o nos viene, algún desajuste, no queda otro remedio que reorganizarnos. No valen lamentaciones, ni quejas ni lloros, lo que vale es la rapidez con la que seamos capaces de adaptarnos a la nueva situación.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 25

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 26

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 27