Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Un poemario es un conjunto o colección de poemas: los tuyos. Si llevas tiempo escribiendo poesía, te habrás planteado alguna vez la necesidad de reunir algunos de tus poemas, bien para conservarlos de una manera ordenada, para enviarlos a una editorial, dárselos a leer a algún amigo o participar en un recital.



Un poemario debe tener una estructura conjunta que realce cada poema, de manera que cada pieza destaque por sí misma y, al tiempo, forme parte armónica de una totalidad. Elegir el orden adecuado de un poemario es una tarea delicada. Sin embargo, te damos algunas opciones sencillas que puedes probar.


1. Mejores poemas. Se tata de una selección de los poemas más inspirados en la que, además, las mejores piezas se sitúan primero. Es decir, los poemas se ordenan secuencialmente de “mejor” poema a poema “menos bueno”. Este es un orden que gusta a muchos poetas, porque les permite marcar sus preferencias dentro de su producción y promete una buena primera impresión para el lector. Sin embargo, este orden puede hacer que se pierda la continuidad de los poemas entre sí.

2. Poemas por temática. Muchas colecciones de poemas se agrupan por temática: poemas dedicados a una ciudad, sobre la paternidad, sobre una ruptura sentimental… También pueden agruparse el tipo de poemas: soneto, romance, zéjel… Cuando se hace bien, agrupar una colección de poemas por su temática puede suponer una gran experiencia de lectura, tanto poema a poema como en conjunto.

3. Orden cronológico. En este poemario las piezas se organizan en el orden cronológico en el que fueron escritas. Este formato se emplea a menudo en obras completas y antologías porque permite comprender la evolución del poeta en cuanto a estilos o temáticas. Puede ser interesante para un gran volumen de poemas, pero puede menoscabar la relación de los poemas entre sí y la idea de conjunto.

4. Poemas por emociones. Es semejante al orden temático, pero poniendo el foco en las emociones que el poema transmite al lector: serenidad, exaltación, angustia… Este tipo de organización permite crear gradaciones interesantes según se combinen las emociones. Por ejemplo, los poemas del principio de la colección pueden ser pesimistas y moverse lentamente hacia el optimismo. Este tipo de organización puede ayudar que los poemas de una colección conecten entre sí, incluso cuando las emociones que recojan sean diferentes.

5. Poemas enlazados. Este tipo de poemario une los relatos pieza a pieza según una relación de ideas. Por ejemplo, a un poema sobre el tiempo frío le sigue uno sobre la Navidad, al que sigue uno sobre la infancia que es sucedido por uno sobre la familia. Este orden resulta muy interesante porque propone un itinerario claro al lector, pero al tiempo se puede jugar con asociaciones de ideas sorprendentes. Este poemario permite realzar cada pieza por separado, a la vez que crea un conjunto solido.

Bonus: Es imprescindible tener presente que el primer poema de una colección es de capital importancia. Es el primero que leerá el lector o el juez de un concurso. Como tal, el primer poema establece el tono y las expectativas. El primer poema debe ser realmente bueno (aunque no necesariamente el mejor de la colección), porque con él comienza todo.

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