Cómo trabajar la estructura de una novela


Uno de los principales problemas de los escritores principiantes, lo vemos a menudo en nuestros cursos, es lograr desarrollar una trama con una buena estructura y la adecuada complejidad.

En nuestra entrada Ideas para esbozar la trama de una novela ya te dimos siete puntos que debes tener en cuenta cuando te pones a escribir. Pero, ¿cómo saber si tu borrador tiene la intensidad necesaria como para ocupar una novela entera?, ¿qué tipo de estructuras le va mejor?, ¿es necesario crear una plantilla antes de ponerse a escribir? o ¿qué hay del punto de vista?

Pues bien, tienes dos maneras de abordar la escritura de tu novela:

Ponerte a escribir y cruzar los dedos, esperando hacerlo bien.
Leer este post.


¿Cómo debe ser la trama ideal?

Una buena trama tiene una motivación clara. Presenta una estructura clara. Conduce hacia un final. Tiene subtramas. Una buena trama se parece mucho a la que sigue y que es la de todo un clásico: Orgullo y prejuicio.

Trama: Elizabeth Bennet conoce a George Wickham y a Fitzwilliam Darcy. Mientras que enseguida detesta al segundo, empieza a enamorarse del primero. Poco a poco, sin embargo, va descubriendo que el señor Wickham no es trigo limpio, mientras la bondad del señor Darcy se hace patente.

Final: Elizabeth Bennet se casa con el señor Darcy.

Trama secundaria 1: Jane Bennett, la hermana más querida de Elizabeth, ama a Charles Bingley, su nuevo vecino. El señor Bingley se marcha. Después reaparece. Finalmente Jane y el señor Bingley se casan.

Trama secundaria 2: Lydia Bennett, la hermana egoísta y obstinada de Elizabeth, se fuga con Wickham. Gracias a la intervención del señor Darcy su honor logrará quedar a salvo.

Trama secundaria 3: el señor Collins, primo de las Bennet, pide matrimonio a Elizabet, que se lo niega. Más tarde se lo pide a Charlotte, amiga de Elizabeth, y esta acepta.
No te preocupes de los detalles

Fíjate cómo, en el esquema anterior, se proporcionan muy pocos detalles. No sabemos en qué época transcurre la acción. No sabemos por qué a Elizabeth le disgusta Fitzwilliam Darcy, ni qué hechos le harán cambiar sus apreciaciones sobre él. Apenas sabemos nada de los personajes, ni de las relaciones que guardan entre sí…

Y así tiene que ser. El exceso de detalles sobre la ambientación, las relaciones causa y efecto de los acontecimientos y el carácter de los personajes solo consiguen, en un primer momento, nublar la estructura general y hacer que la pierdas de vista. Al principio, trata de mantener la simplicidad, recordando siempre que la trama tiene que relacionarse con la motivación del protagonista. Para añadir los detalles que vestirán la novela habrá tiempo después.
Construye un esquema

Empieza por preparar un esquema. Si ya estás escribiendo tu novela y todavía no lo has hecho, detente de inmediato y esboza un esquema.

El esquema que prepares debe tener, más o menos, la misma complejidad que el que hemos consignado más arriba. Revísalo una y otra vez hasta que te hayas asegurado de que en el esquema no aparece más que la armazón fundamental de tu historia, sin ningún tipo de detalle innecesario para la correcta comprensión de la trama y su desarrollo. Si tienes dudas, el Curso de Escritura Creativa te puede ayudar.

Cómo dar robustez a una trama

Si sientes que tu trama es algo ligera, debes tratar de darle robustez. Pero eso no se consigue ideando más escenas o incluyendo más personajes. Se consigue dándole complejidad.

¿Y cómo añadir complejidad?, te estarás preguntando. Simplemente se trata de añadir más capas a la historia. Toda novela gira en torno a un tema o idea central, así que piensa en incluir subtramas que den diferentes perspectivas sobre ese tema. Por ejemplo, en Orgullo y prejuicio, Jane Austen nos presenta diferentes maneras de entender el amor. Si escribes sobre un hijo que asiste al lento declive de su padre, enfermo de cáncer, mientras trata de superar la conflictiva relación que siempre ha mantenido con él, ¿por qué no probar a darle otra perspectiva a esa historia mediante la relación que el protagonista mantiene con su propia hija?
Personajes

Si estás desarrollando una novela con varios protagonistas, cada uno de los cuales acaparará una parte importante de la historia, desarrolla un esquema como el que hemos visto para cada uno de ellos. En este caso, puedes extenderte un poco más (poco) en los detalles del personaje. Pero recuerda la idea de que la estructura de tu novela es como las vigas de un edificio: los ladrillos y el yeso no se pueden poner hasta que todas las vigas no están en su sitio.

Escenas

¿Cómo debes estructurar cada capítulo o las distintas escenas? Puedes experimentar (lo que siempre es arriesgado), pero el planteamiento introduccion-acción-clímax-anticlímax siempre funciona.

Excepciones

Siempre las hay. En las novelas de misterio, en las novelas negras y los thrillers importa casi más que la estructura de la trama decidir en qué forma se va a ir dosificando la información para que el lector vaya descubriendo poco a poco lo que está oculto.

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