Querido hijo...

No te rías nunca de los sueños de nadie. Soñar es tener y mantener una ilusión. Tampoco permitas que se rían de los tuyos.

Comentarios

  1. Es mejor no reírnos de nada que la Vida nos devuelve la pelota y menos de nadie, y de los sueños muchísimo menos aunque puedan parecer ilógicos, si no tenemos utopía nos moriríamos.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30