15.09.2014 Corriendo...

Y uno termina el día corriendo, que no huyendo. 

Creo que de la única persona que huiría sería de mi. Tal vez el miedo de muchos a estar solos es por encontrarse consigo por eso, tampoco corren. Cuando uno corre solo, corre consigo, está consigo, medita consigo y como no puede huir termina por encontrarse consigo. Es ahí cuando se enfada, porque descubre que muchas veces termina el día siendo lo que no creía que era. Pero corre, se encuentra y vuelve a entrar en casa, tras una hora de running y se siente estar como debe. 
Discutir en soledad y dejar atrás todos esos males que te trae del día.



A veces pienso que busco mucho más de lo que puedo. Si buscas más te exiges más. Si te exiges más, como cuando corres, muchas veces las piernas van más deprisa que la mente y te atascas, tropiezas y caes.
La mente debe ir al mismo ritmo que el cuerpo, nunca más deprisa.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 25

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 26

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 27